LA NECESIDAD DE UNIRNOS


POR EL PAN EL TRABAJO Y LA VIVIENDA

La asamblea 15-M Cerro Amate y los colectivos de docentes interinos andaluces y CGT, hacemos un llamamiento a todo el pueblo trabajador, esté en activo o en paro, colectivos de profesionales en conflicto, de empresas en crisis o afectados por EREs, y a todos los vecinos a la movilización popular permanente en contra de la catástrofe social que supone el paro, los despidos, los desahucios que sólo nos trae miseria.
La clase trabajadora, sin distinción de nacionalidad o regiones del Estado, vivimos una gravísima situación económica y social debido a una crisis que no hemos provocado, ni de la que nos hemos beneficiado. El desempleo, los despidos y EREs y los desahucios son los tres grandes problemas que este sistema económico ha provocado por la codicia, la especulación, la corrupción de los capitalistas con la ayuda de sus políticos corruptos.  
Nuestro objetivo es mantener la movilización permanente del barrio y de la sociedad. Si no luchamos y no expresamos colectivamente nuestro malestar jamás podremos solucionar nuestros problemas. Tenemos que transformar nuestro malestar y sufrimiento individual en un malestar social que se exprese públicamente. Es por ello que levantamos esta acampada que comenzará el día 25 de abril y terminará el 1º de mayo, día Internacional del Trabajo donde marcharemos en manifestación por las calles del barrio junto a múltiples colectivos y plataformas sociales en lucha.

¡LA CRISIS QUE LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS¡

La crisis no sale del aire ni es una catástrofe “natural”:  es producto del propio sistema capitalista que ha agotado su posibilidad de progreso social explotando a los trabajadores. La crisis es provocada por la desigualdad que genera el capitalismo.
Este sistema económico funciona por el beneficio privado de los banqueros y empresarios. Esta minoría se apropia de la riqueza producida colectivamente por el trabajo de toda la sociedad. Los grandes bancos y empresas se convierten en propietarios de millones de euros, en deuda pública o de las familias, millones de pisos y de mercancías que no pueden vender porque la mayoría de la población ha agotado su capacidad para comprar. Esto provoca una sociedad irracional, destructora del medio y despilfarradora de recursos materiales y humanos: millones de viviendas construidas y millones de familias en la calle; necesidades sociales por todas partes y profesionales de la educación o la salud despedidos o en paro; millones de euros en los bancos de los paraísos fiscales y los autónomos sin crédito; millones de productos alimenticios en las grandes superficies y millones de hambrientos.

¡SÍ SE PUEDE! CONTRA EL PARO, REPARTO DEL TRABAJO SIN BAJAR LOS SALARIOS Y CREACIÓN DE EMPLEO PÚBLICO. PROHIBICIÓN DE LOS DESPIDOS Y ERES.

La riqueza se crea en la sociedad por el trabajo. Todas las personas empleadas, obreros y demás profesionales mantenemos la sociedad, la hacemos funcionar y creamos riqueza. Es mentira que sean los banqueros, los inversores, los especuladores o los capitalistas los que crean la riqueza. Los que tenemos trabajo somos los más interesados en que no haya desempleo, pues mientras más paro haya más indefensos estaremos ante la patronal y el Estado, más miedo tendremos para defender nuestros derechos. Por ello tenemos que estar en esta lucha. Las grandes empresas despiden para precarizar el empleo y bajar los salarios.
Para combatir el desempleo, desde las necesidades sociales es simplemente repartir el trabajo entre todos. Es algo de sentido común que técnicamente es factible. El paro se situó en 5.273.600 a principios de año s según el INE (Instituto Nacional de Estadística). El número de ocupados se situó en 17.807.500. Por tanto, el número de activos es de 23.081.200 personas. Haciendo números redondos y suponiendo la semana de 40 horas tendríamos que los ocupados acumulan 712 millones de horas semanales. Si dividimos estas horas entre todos, es decir, entre los activos, 23,08 millones, tendríamos 30,84 horas semanales por cada persona en edad de trabajar. ¡Y encima con una semana de 30 horas todos trabajaríamos! Sólo quedaría repartir a los trabajadores sector por sector.

Si los 100.000 millones de euros que el gobierno de Rajoy pidió al Banco Central Europeo para rescatar a los banqueros y sus finanzas se hubieran invertido en rescatar a los trabajadores en paro no existiría DESEMPLEO. Si dividimos esos 100.000 millones entre 20.000 euros anuales de un salario medio se crearían 5.000.000 de puestos de trabajo. ¡Dejaría de existir el desempleo! ¡Y además cotizaríamos y pagaríamos impuestos!
¿Y el dinero? Alguien podría preguntar con qué dinero haríamos el reparto del trabajo sin bajar los salarios. Si hay dinero para los banqueros debe haberlo para los parados. Según el INE, el PIB (Producto Interior Bruto, es decir todo el dinero o riqueza que generamos entre todos los españoles en un año), en España es de aproximadamente 1 billón de euros (1.000.000.000.000 €). La renta de los asalariados solo se llevó el 46% del PIB de 2011. Y en un cambio también histórico, la porción de las rentas empresariales y de los capitalistas y especuladores en el PIB fue por primera vez mayor, un 46,2%. Es decir que con la crisis los capitalistas, una minoría, se llevan más que 17 millones de asalariados.
Si repartimos todo lo producido en un año, es decir, el billón de euros que es el PIB, entre la población activa, es decir, toda persona en edad de trabajar, incluidos a los empresarios, tendríamos un salario bruto para todos de 43.327,55 € al año. ¿No estaría mal verdad?… y el desempleo resuelto.

CONTRA LOS RECORTES EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS.

Los derechos sociales y el empleo público constituyen las dos caras de una misma moneda (ningún ciudadano podrá ejercitar su derecho a la salud y a la educación sin un médico o un profesor que preste el servicio público), por tanto la defensa de los servicios públicos es cosa de todos. La destrucción del empleo público lleva implícita la desaparición de derechos sociales.
En este contexto en el que vivimos es necesario un espacio para la movilización y la lucha contra los recortes de los derechos sociales (trabajo, vivienda, salud, educación…), perpetrados por los tres gobiernos (Central, Autonómico y Municipal) destinado a impulsar iniciativas de resistencia y lucha dirigido a restaurar los derechos arrebatados a la ciudadanía; para luchar contra los gobernantes sumisos que han entregado la soberanía popular al BCE para expoliar los derechos conquistados durante siglos por los trabajadores, haciéndonos pagar una deuda privada con nuestra salud, educación, pensiones...
Es necesario también luchar contra los procesos de “externalización” y privatización de los servicios, que convierten la prestación de servicios básicos en un lucrativo negocio privado controlado por amigos influyentes y compañeros de partido, un negocio del que participan muchos gobernantes una vez retirados de la política. Mientras se nos dice que los servicios que prestamos a la ciudadanía son deficitarios e inviables económicamente, se privatizan precisamente aquellos que son los más rentables.

Alquiler social acorde a los ingresos, un 10% de ellos. Parque público de viviendas expropiando sin indemnización las viviendas de los bancos. ¡Alquiler social para las corralas!

En 2012 los responsables de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca dan la cifra de 76.724 desahucios. Desde 2008 hasta el tercer trimestre de 2012 en España se han producido al menos 334.080. Cientos de miles de familias han sido expulsadas de sus casas por los bancos. La mayoría de ellas, al quedarse sin trabajo todos o algunos de sus miembros. La especulación inmobiliaria se produjo gracias a los préstamos hipotecarios que se dieron a estas familias. En absoluto fue producido por  aumentos salariales de los trabajadores. Las consecuencias humanas de la crisis han sido 3,4 millones de viviendas vacías y en su mayoría en manos de los bancos y centenares de miles de personas en la calle sin vivienda con la deuda de por vida en manos del banco.
Actualmente los bancos se han convertido en grandes inmobiliarias y con un parque de viviendas nuevas sin uso ninguno esperando poder sacarle tajada en ventas posteriores. Por ello es de justicia que sean expropiadas sin ninguna indemnización para crear un parque público de viviendas que se pondrían en alquiler social por un valor del 10% de los ingresos de cada familia que se acogiera y así conseguir un techo digno a millones de familias que lo necesitan.



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